sábado, 24 de julio de 2010

Bill Bernbach, In memoriam


Iconoclasta hasta cierto punto

"Aun cuando nos gustaría que la publicidad sea una ciencia –porque así nos simplificaría la vida–, el hecho es que no lo es. Es un arte sutil, fresco, cambiante, que desafía las fórmulas y que está afectado por la imitación; donde lo que fue eficaz un día, por esa misma razón, no lo será al día siguiente, pues habrá perdido el máximo impacto de la originalidad." (Bill Bernbach)

Este comentario del "maestro" se mueve en un terreno resbaladizo o pantanoso ¿Que quiere decir Bill? La publicidad no es una ciencia y aunque alguien pueda pensar que se trata de un arte, la sutilidad y la imitación lo desdicen y lo maltratan hasta convertirlo en una especie de sueño inútil, algo así como un banalidad temporal. La necesaria actualidad y la oportunidad hacen que el producto publicitario como tal caduque demasiado pronto. ¿Es por tanto la publicidad un "fenómeno" característico de una época determinada? ¿O hay algo detrás mas importante, mas categórico , mas trascendente?



La publicidad no es una disciplina mono temática, es por si misma multidisciplinar, no es arte y no es una ciencia es simplemente publicidad.La publicidad echa mano de diversas disciplinas muy diversas, desde la sociología hasta el diseño, para configurar sus mensajes y sobre todo para comunicar.¿O para vender? La publicidad por tanto informa para vender. ¿Es pues una información honesta? ¿Tiene que ser verídica? Ante estas dudas podríamos preguntarnos ¿Es el periodismo independiente y objetivo? ¿Es la ciencia neutral?

Los anuncio de “crece pelo” o de “pócimas mágicas” de antaño, eran tan falsos como los detergentes que “lavan mas blanco” de hoy día. Pero lo mismo que en el periodismo hay que contrastar las informaciones para darlas por buenas y poderlas publicar. En el mundo publicitario tenemos que vender sueños y hasta utopías no solo con atisbos de verosimilitud, sino también con honestidad. Nuestro detergente no “lava mas blanco”, pero si “lava bien”, y eso es lo que empaquetaremos en el mensaje publicitario, lo haremos de un modo atractivo, verídico y apetecible ya que al fin y al cabo hay que vender.No daremos “gato por liebre”, pero tampoco seremos parcos en contar lo bueno del producto y si no tiene nada bueno o diferente lo envolveremos en algodón hasta transformarlo en algo muy deseado.

La publicidad evoluciona de tal modo y se adapta a los cambios y usos sociales de tal modo, que hoy en día no es preciso ni enseñar el producto. Los soportes tradicionales envejecen y resultan poco útiles. Internet se esta convirtiendo en la vía de comunicación por la que el mundo publicitario pretende llegar a mas clientes, a mas posibles usuarios de los productos anunciados. Y un nuevo medio exige mensajes nuevos. Los publicitarios tienen por tanto que reinventar la publicidad al mismo tiempo que la red se transforma y se reinventa con una rapidez vertiginosa.

Bill Bernbach no se hizo todas estas preguntas, pero si fue capaz de adaptarse a los tiempos y de utilizar recursos nada tradicional y al mismo tiempo muy efectivos, fue capaz de “sacarle jugo” a la “contestación” y a la “contra cultura” para suavemente deslizar mensajes consumistas y en el fondo muy burgueses.

“Es esa chispa creativa la que intento conservar celosamente en nuestra agencia y que temo perder. No quiero académicos. No quiero científicos. No quiero gente que hace lo correcto. Quiero gente que hace cosas con inspiración.”

Bernbach llevo el espíritu de la contracultura hippie a los anuncios, poniendo la creatividad por encima de los datos y de las técnicas de venta. Los creativos y redactores de su agencia eran los verdaderos protagonistas y los respetaba y dejaba hacer en consecuencia. Sólo había una regla: la originalidad. Podían vestir como quisieran, podían tener los horarios que tuvieran a bien, pero debían ser creativos.


Con Bill se acabó la verborrea repetitiva, la ampulosidad y las frases altisonantes. En su agencia si no encontraron la piedra filosofal, si que al menos fueron capaces de elevar a iconos, campañas como la de la furgoneta Volkswagen. Corrian los años sesenta la Guerra del Vietnam, el movimiento Hippie y el estallido del Mayo del 68 marcaron esa época. Ya nada fue lo mismo. El concierto de Woodstock marco claramente un antes y un despues, la musica con Los Beatles o los Rolling Stones se convirtio en un movimiento de masas, exasperante para una parte de la sociedad y notoriamente atractivo para el sector juvenil, que decididamente rompio con las cadenas de lo establecido y del pensamiento pequeño burgues. Bill y su gente fueron capaces de captar lo que estaba ocurriendo, hay reside su genialidad.

En todo caso no debemos de perder la perspectiva, y elevar a categoria de "contracultura" lo que hacian los de DDB. La publicidad por muy ágil, fresca y rompedora que pueda parecer es ¿geneticamente conservadora ? Es decir que puede cambiar su aspecto, elaborar una serie de mensajes muy diferentes a los habituales, puede seguir el ritmo de los tiempos, pero siempre nos toca "bailar con la mas fea": Los Clientes, y ello nos obliga a matizar los mensajes



William Bernbach: Doyle Dane & Bernbach (DDB)



Enlaces de interés:
http://es.wikipedia.org/wiki/William_Bernbach
http://adage.com/century/people001.html
http://www.zappinglatam.com/inspiracion/2010/03/10/los-10-principios-de-william-bernbach/
http://www.advertisinghalloffame.org/members/member_bio.php?memid=540&uflag=b&uyear=
http://www.infoamerica.org/teoria/bernbach1.htm
http://html.rincondelvago.com/redaccion-publicitaria.html
http://www.answers.com/topic/william-bernbach

Enlaces de audio






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